Para el 23 de enero se tenían previstas una gran serie de manifestaciones que sacudieran a la nación. Los sectores de la oposición buscaban el respaldo hacia Juan Guaidó por parte de la población en general y por su parte los movimientos no partidistas exigían la recuperación del hilo constitucional y de la democracia en Venezuela.
Carabobo iba a ser uno de los grandes protagonistas de este movimiento, pues es uno de los estados más importantes y participativos del país. Sin embargo, lo que se suponía que iban a ser manifestaciones tranquilas pasaron a ser enfrentamientos violentos por culpa de un sector hostil de la población.
Desde tempranas horas de la mañana todo se podía respirar la tensión que había en el ambiente, pues los cuerpos de seguridad colocaron un piquete en la Avenida Universidad en Naguanagua aproximadamente a las 8:38 A.M. con el objetivo de obstaculizar el paso a las personas que se disponían a protestar. A pesar que esto no pasó a mayores fue un preámbulo de lo que vendría después.
Los hechos transcurrieron con normalidad y de manera pacífica hasta las 2:00 P.M., cuando la mayoría de los presentes se disponían a volver a sus hogares por la Avenida Cedeño. Un grupo de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana comenzaron a ser abucheados por la multitud. La tensión fue creciendo hasta que los miembros de la guardia retrocedieron algunos metros y comenzaron a disparar gases lacrimógenos, debido a que varias personas se disponían a atacarlos. El hecho dio paso a tres detenciones, entre ellos un estudiante de Ingeniería de la Universidad de Carabobo llamado Manuel Salazar.
A las 2:04 de la tarde se reportó represión en Lomas del Este, gases lacrimógenos, piedras y perdigones fueron protagonistas del hecho.
En la Redoma de Guaparo ocurrió algo muy particular: en horas de la tarde, aproximadamente a las 5:30, los cuerpos de seguridad, más específicamente los policías abandonaron las actitudes que normalmente toman sus colegas y decidieron sumarse a la protesta al acompañar a las personas en sus carros y patrullas, y mostrar su apoyo a la sociedad.
En líneas generales, ha sido un día difícil para el pueblo carabobeño, pues tuvo que ver como un intento de manifestación terminó en la detención de varios jóvenes y el sufrimiento que representan las agresiones por parte de ambos bandos.
Desde el Centro de Acción y Defensa por los Derechos Humanos (Cadef) siempre reiteramos nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos, rechazamos de manera rotunda cualquier tipo de violencia, detención arbitraria, y de mas hechos que atenten contra la dignidad humana. Además, reiteramos nuestro compromiso (ajeno totalmente de la política partidista) por luchar para restablecer el hilo constitucional.