Encuentro Por el Derecho a la Salud y la Vida:
Miércoles 26 de Abril de 2017
CARTA ABIERTA “primun non nocere”
A LOS PODERES DEL ESTADO VENEZOLANO EN RELACIÓN A LA SITUACIÓN DE SALUD
Desde la existencia misma de la humanidad, la salud acompaña inseparablemente a la vida, por lo que disfrutar de un estilo de vida saludable es un paso previo a la máxima felicidad y realización del ser. De esta manera se concibe la salud como parte fundamental del derecho a la vida. De allí que la legislación internacional le brinda un carácter universal, intransferible, irrenunciable, inalienable, imprescriptible e indivisible, constituyéndose como el primero y más elemental de los derechos humanos.
En Venezuela esto se consagra en la Carta Magna, donde el derecho a la vida se considera inviolable para todos los ciudadanos. Se establece, además, la protección integral a la familia, como asociación fundamental para el adecuado desarrollo de las personas; se le da prioridad, con especial atención a niños, niñas, adolescentes, jóvenes, ancianos, embarazadas y discapacitados, por lo que todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, siendo obligación del Estado garantizarla a través de la creación de un Sistema Público Nacional de Salud eficiente, efectivo e integrado al sistema de seguridad social global, este sistema debe ser descentralizado, participativo, universal y gratuito, con el presupuesto financiero suficiente que permita cumplir este objetivo.
En los últimos años en el ejercicio del profesional de la salud, y en la vida cotidiana, se han evidenciado, cómo vienen deteriorándose las condiciones de salud de la población, con el aumento en la frecuencia de las enfermedades y de la incidencia de complicaciones médicas, algunas letales, sobrepasando la capacidad de respuesta de los centros asistenciales, colapsando la estructura organizativa del sistema, tanto público como privado, producto de la grave deficiencia de insumos, materiales, medicamentos y alimentos.
Se observa como aumentan las consultas por malnutrición, desde la simple pérdida de peso, hasta grados avanzados de desnutrición, situación por demás agravante en niños, embarazadas y ancianos, lo cual ha hecho que Venezuela se salga desde el 2012 de los logros alcanzados en materia de nutrición de acuerdo a las metas que se deben alcanzar en los objetivos del nuevo milenio (ODM) modelo de las naciones unidad de donde Venezuela es miembro y participante. De acuerdo con un estudio realizado por Caritas Venezuela en varios estados incluidos Zulla y Distrito Capital, en Enero de 2017, un 28% de los niños se encontraban en riesgo de desnutrición y 9% presentaban desnutrición moderada a severa, prácticamente en el nivel de alarma de 10% establecido por la OMS, mientras que el 64% de los servicios de nutrición de los hospitales no funciona, ni cuentan con fórmulas lácteas.
Del mismo modo, aumenta de manera preocupante la incidencia y prevalencia de enfermedades prevenibles, especialmente las infecto-contagiosas, por déficit de medicamentos para el control de las mismas y al colapso de los programas de prevención e inmunizaciones. La reaparición de la Difteria después de 24 años de erradicada, el repunte de 54.500 casos de Malaria en el primer trimestre de 2017 representando un aumento del 52% con respecto al mismo periodo hace 1 año, y el emergente virus Zika con sus consecuentes síndrome de Guillain Barré y embarazadas con al menos 60 niños nacidos con microcefalia fueron ejemplos resaltantes durante 2016.
También ha aumentado el número de casos con enfermedades crónicas y sus complicaciones así como la prolongación en el tiempo y desenlace fatal, de patologías cuya evolución natural en condiciones normales deberían resolverse con el abordaje habitual de acuerdo a los protocolos naciones e internacionales.
Se ha imposibilitado la atención ambulatoria e intrahospitalaria adecuada, de muchas patologías, por la escasez de medicamentos básicos, tanto en las propias farmacias hospitalarias como en la red de farmacias externas. Este déficit no solo engloba medicamentos, que antes eran de bajo costo, sino que también incluye los de alto costo. Según la Federación Farmacéutica Venezolana hay una falla de 85% en medicamentos generales y 90% en los medicamentos esenciales publicados en Gaceta Oficial de Noviembre de 2015 y CODEVIDA (Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida); reporta 84% de déficit en la entrega de medicamentos de alto costo para enfermedades crónicas. Esta situación es crítica en grupos específicos de pacientes que reciben tratamientos prolongados, como los pacientes oncológicos, trasplantados, diabéticos, hipertensos, cardiópatas, nefrópatas, así como pacientes con enfermedades degenerativas o raras, ya que la ausencia de tratamiento apropiado y oportuno compromete directamente sus vidas.
Es alarmante observar como en la última entrega de memoria y cuenta del MPPS del año 2015 entregada en la Asamblea Nacional en Marzo 2016 dan cifras que no hacen sino corroborar todas las denuncias realizadas hasta la fecha actual; entre las más relevantes están: el porcentaje de ocupación de camas hospitalarias para el 2012 era de 67,96 % de ocupación , para el 2015: solo llego al 40%. En relación a los indices de rendimiento para camas de hospitalizacion existe una desproporción entre la cantidad de camas requeridas y la demanda de servicios ya que no se han tomado en cuenta la demografía poblacional actual, requiriendo de nuevas infraestructuras hospitalarias para cubrir el déficit existente; si a eso le sumamos los datos registrados en la encuesta hospitalaria anual realizada por la organización Médicos por la Salud en Enero 2017, donde se reporta que 39% de las camas de los hospitales públicos están fuera de servicio por fallas de mantenimiento, hace que el valor de la eficiencia se pierda.
Mención especial merecen los grupos susceptibles de niños y embarazadas, ya que se han incrementado de manera alarmante los índices de morbilidad materna, perinatal y neonatal, especialmente los relacionados con la prematuridad. Si se toma en cuenta la mortalidad materna reflejada en esta memoria y cuenta del año 2015 se visualiza que para el 2012 era de 0.02% y para el 2015 de 0,11% lo que refleja un aumento de 5,5 veces más en 3 años, siendo relevante para el 2016 con un aumento a 18,6 x 1.000 nacidos vivos, o sea 10.500 bebes fallecidos en un año y la mortalidad materna a 130 x cada 100.000 nacidos vivos o sea 750 madres fallecidas en el año 2016 según registros del MPPS, siendo el cuarto peor registro de este indicador en Sudamérica, lo que refleja el franco deterioro del sistema y la falta de recursos para enfrentar esta situación. Han reaparecido enfermedades que se consideraban erradicadas o al menos controladas y reducidas al mínimo, como la Tuberculosis, la Lepra, el Paludismo y el Dengue.
En relación a las intervenciones quirúrgicas, en 92 hospitales evaluados en la encuesta hospitalaria 2017, solo el 51% de los quirófanos se encuentran operativos por problemas de mantenimiento y la escasez de material médico-quirúrgico y fármacos anestésicos, que ha obligado a los familiares en muchas ocasiones a comprar los insumos, a personas no autorizadas para la venta y a precios de usura al aprovecharse de la situación, o a omitir muchas intervenciones electivas y posponer las emergencias en todas las especialidades. A esto se suman las precarias condiciones laborales por la falta de mantenimiento de la infraestructura y equipos médicos y del inadecuado reemplazo de equipos dañados u obsoletos. En 97% de los centros hospitalarios tipo II – III y IV de 23 estados presentan fallas en sus servicios de laboratorio, 94% de fallas en tomografías y 76% de fallas en las salas de cateterismo, y en 53% se reportaron dificultades periódicas con el suministro de agua.
A todo esto se le suma la insuficiencia en la protección y seguridad social, entre otros beneficios contractuales, del abnegado y dedicado personal que conforma el equipo de salud de los centros asistenciales, quienes no escapan a los efectos devastadores de la inflación y al alto costo de la vida, para garantizarle la cobertura de necesidades básicas a sus propias familias. Aun así se mantienen firmes en el cumplimiento de sus funciones a cabalidad, con ética y eficiencia por el bienestar del paciente. Sin embargo otra proporción importante de talentos, especialmente los más jóvenes, se han visto obligados a emigrar al extranjero en la búsqueda de mejores oportunidades, lo cual vislumbra un futuro incierto al debilitar las generaciones de relevo.
Por otra parte, la formación académica de los profesionales de la salud se ha visto comprometida tanto por las deficiencias en el presupuesto asignado a las Universidades, como por las precarias condiciones de trabajo en el área asistencial, en las que deben cumplir el proceso de enseñanza-aprendizaje los estudiantes de pre y postgrado.
Ante esta patente realidad que afecta gravemente la vida diaria de los venezolanos, las organizaciones de la sociedad civil relacionadas con el sector salud, así como agrupaciones de pacientes, organizaciones defensoras de derechos humanos, la Universidad de Carabobo, a través de la Facultad de Ciencias de la Salud, la Iglesia Católica, los organismos gremiales, Colegios de profesionales y sindicatos de trabajadores de los centros asistenciales, Sociedades Médicas, la Red de Sociedades Científicas de Venezuela y la Academia Nacional de Medicina, apegados a la máxima de la Medicina ”primun non nocere”, primero no hacer daño, declaramos la protección de la salud como máximaprioridad nacional, comprometiéndonos a participar en todas las acciones que se emprendan en defensa de este derecho humano fundamental, como lo es el derecho a la salud y la vida, en la búsqueda de soluciones a la severa crisis sanitaria que padece nuestro país.
Del mismo modo, solicitamos a las instancias gubernamentales competentes, regionales y nacionales, como lo son Ministerio del Poder Popular para la Salud, INSALUD CARABOBO, Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, Defensoría del Pueblo, Ministerio Público, Asamblea Nacional de Venezuela, Vicepresidencia y Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, considerar las siguientes propuestas para la implementación de soluciones urgentes, que solventen las circunstancias actuales, y la ejecución de otras medidas inmediatas y a corto plazo, que eviten que siga aumentando la morbimortalidad del pueblo venezolano:
1) Publicar el Boletín Epidemiológico semanal, herramienta fundamental para conocer con precisión las realidades y poder planificar soluciones efectivas dirigidas a aspectos específicos.
2) Canalizar la entrada inmediata al país de medicamentos e insumos a través de las vías establecidas legalmente para obtener ayuda de organismos internacionales, dando prioridad a aquellos de mayor déficit y uso, teniendo en cuenta la morbilidad y mortalidad generada por la escasez de los mismos.
3) Activar a través de la red de farmacias públicas y privadas, un sistema de distribución de medicamentos básicos para el tratamiento de enfermedades comunes.
4) Reactivar el programa de medicamentos de alto costo para enfermedades crónicas y raras del IVSS.
5) Dotar inmediatamente de insumos y material médico-quirúrgico para hospitales tipo III y IV.
6) Incrementar el presupuesto y la inversión para el sector, aumentando el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a cubrir el gasto en salud.
7) Fortalecer el funcionamiento operativo de la red de atención primaria, red de ambulatorios y centros de nivel I y II, garantizando el pleno funcionamiento de sus programas de atención.
8) Recuperar la infraestructura hospitalaria existente, normalizar su respectiva dotación oportuna y planificar nuevos hospitales III y IV tomando en cuenta la realidad poblacional y el crecimiento demográfico proyectado por regiones.
9) Crear programas de alimentación que garanticen el acceso permanente a los alimentos para una dieta balanceada a toda la población, especialmente a los grupos susceptibles, enfermos y pacientes hospitalizados.
10) Implementar medidas de saneamiento ambiental y prevención de enfermedades infecto-contagiosas, incluidos los planes de inmunizaciones y vigilancia epidemiológica.
11) Ejecutar un programa de incentivos al personal de salud de manera de garantizarles un estilo de vida digno y acorde a sus funciones.
12) Restructuración operativa del sistema de salud para lograr la eficiencia y la eficacia necesaria para garantizar calidad de atención y servicio, para todos por igual.
Se exhorta a todos los involucrados para que las acciones se realicen siguiendo los más altos principios de ética, humanidad, igualdad, equidad, justicia, imparcialidad y neutralidad, sin intereses particulares de ningún tipo; se debe trabajar de manera abierta, amplia, universal y pública, sin exclusiones ni discriminación, invitando a todas las organizaciones similares a nivel nacional a sumarse a estas actividades y acudir a las diferentes instancias para fortalecer las solicitudes planteadas, a fines de lograr su implementación en todo el país por esta noble causa, con la coherencia y transparencia, entre lo que se piensa, se siente, se dice y se hace. Esta acción unida al amor sanará a toda nuestra querida Venezuela.
POR UNA VENEZUELA CON SALUD, JUSTICIA Y LIBERTAD
En Valencia a los veintiséis días del mes de Abril del dos mil diecisiete